Imagina un mundo donde cada delito con arma de fuego pudiera ser esclarecido con exactitud, lo que permitiría que los culpables se enfrentaran a la justicia y las víctimas y sus familias tuvieran paz. Esta situación no es una ilusión; representa el propósito fundamental de la balística forense.  

La próxima información no solo atraerá tu atención, sino que te permitirá también entender la relevancia y el alcance de esta ciencia en el mundo contemporáneo. Si alguna vez te ha intrigado el campo de la criminalística y la criminología, quédate con nosotros hasta el final de este artículo para aprender cómo puedes integrarte a esta apasionante área.

¿Qué es la balística forense? 

Es una especialidad de la ciencia forense que se ocupa del análisis de las armas de fuego, los proyectiles y el impacto que tienen en objetos y cuerpos. Su propósito fundamental es examinar y establecer la conexión entre un arma de fuego, los proyectiles que esta dispara y las consecuencias que se observan en una escena del crimen.  

La balística interna, la balística externa y la balística terminal son algunos de los diversos componentes que se examinan dentro del ámbito de la balística forense:

  • Balística interna: alude a la investigación del comportamiento del proyectil dentro de un arma de fuego, que abarca la trayectoria, la presión y la velocidad.  
  • Balística externa: Investiga la trayectoria de un proyectil después de salir del arma y cómo las condiciones externas como el viento y la gravedad influyen en ella.  
  • Balística terminal: se enfoca en examinar los impactos que tiene el proyectil sobre el blanco, entre ellos la deformación y la penetración.

Importancia de la balística forense

La balística forense es un instrumento de gran valor para la resolución de crímenes, porque ofrece evidencias científicas y tangibles que pueden ser empleadas en un tribunal judicial. Los análisis balísticos han sido determinantes en muchos casos para identificar y condenar a los culpables.

Un caso célebre en el que la balística forense tuvo un papel fundamental fue el homicidio de John F. Kennedy, presidente de Estados Unidos. Los examinadores balísticos, por medio de la evaluación de las balas halladas en el cuerpo y en la escena del crimen de Kennedy, fueron capaces de establecer el trayecto que siguieron los disparos y corroborar que estos se originaron en el edificio de la Escuela de Libros Depository. Esta prueba fue crucial para la condena e identificación del asesino, Lee Harvey Oswald, que ocurrió después.

La balística forense también se ha empleado en incidentes de disparos masivos, en los que el estudio de las armas y proyectiles posibilita identificar la clase de arma empleada y la cantidad de disparos realizados. Para comprender la dinámica del crimen y reconstruir los sucesos, esta clase de información es esencial. 

La balística forense, además de ser importante para resolver delitos, ayuda también a encontrar la verdad y la justicia. Al brindar evidencias científicas, imparciales y objetivas, se previene la especulación y el sesgo, de modo que se garantiza un proceso judicial justo fundado en hechos específicos.